martes, 12 de enero de 2010

¿Dónde están?


Leí en el diario que las chicas dueñas de este espacio han desaparecido. No sé muy bien cómo ni cuándo pasó, pero sí sé que no se les ha visto rastro alguno a estas chiquillas últimamente.
Algunos comentan que Arrayan se fue de campamento con su amiga la ballena, el problema estaba en que la ballena era demasiado grande para caber dentro de la carpa. Fue por esto que construyeron una carpa bajo el mar, y Arrayan aprendió a respirar bajo el agua con ayuda de las sirenas. Otros dicen que Karix se fue a meditar en las altas torres de hielo; supuestamente ahí terminaría el trabajo que tenía pendiente antes de disfrutar de la playa en donde Mad la estaría esperando, con un jugo de coco y un buen libro que le explicara cómo es que los papagayos pueden hablar, pero no leer. Y más de uno me ha dicho que Ember anda investigando qué se oculta tras las formas de las nubes, midiendo su densidad y saboreando qué tan dulce o amargo es su sabor según la hora del día.
No sé si a uds les convencen estas explicaciones, pero a mí me parecieron algo extrañas. En primer lugar, a Arrayan no le gusta tener su cabello mojado porque se le pone esponjoso, voluminoso, y la hace ver como la bruja mala capaz de matar con el hechizo de su varita. En segundo término, Karix es reacia al frío, y si tuviera que meditar preferiría el aire costero y el agua salada de la orilla del mar. En cuanto al destino de Mad, aunque ella sí querría estar en la playa bebiendo jugo de coco, no me extrañaría que en este momento esté buscando una tarea más complicada, como salvar a los unicornios en extinción o grabando su primera canción koreana para una máquina de baile. Y con respecto a Ember, de seguro investigar el sabor de las nubes no es tan entretenido como saltar sobre ellas, además que el azúcar del cielo engorda.
Así que la duda sigue pendiente para mí, una de sus tantas seguidoras. Si Ember se digna a mandarme una carta se los haré saber, mientras tanto esperaré a ver si veo algún punto de luz saltando en el cielo.

Un beso desde una hamaca en la Isla de Nunca Jamás,


Campanita.

0 comentarios: