martes, 20 de mayo de 2008

Arianneth: Parte I


Magia y giros del destino....

Sus primeros recuerdos son de la gran casona, sus bellos jardines, elegantes salones y ajetreada cocina. De pequeña solía acercarse a las grandes cacerolas y fascinarse por el humo que emanaba de ellas, con sus diferentes y exquisitos olores... al igual que del ruido de los pasos rápidos y de la destreza de las cocineras en picar cebollas y zanahorias, recién cosechadas de la siembra que estaba junto al claro del bosque.

Lady Kaila de Lirendoth

Lady Kaila de Lirendoth la adoptó bajo su cuidado de recién nacida, al descubrir que una de sus jóvenes sirvientas deseaba lanzar al río a su hija recién dada luz. En ese momento decidió quedarse con la niña y echar a la madre y su pecado a la calle, es así como la pequeña creció bajo el cobijo de su gran señora sirviéndola, por un lado, y recibiendo cariño por el otro.

Después de la primera infancia en donde era regaloneada por todos los habitantes de la gran casa, Lady Kaila encontró que era tiempo de instruir a la niña en los pequeños e importantes conocimientos de la vida, y es así como ella misma después de cenar le enseñaba a leer y escribir. Para su asombro Arianneth aprendió a una velocidad impresionante y su hambre por el conocimiento se volvió insaciable, tanto así, que Lady Kaila le abrió la puerta de su biblioteca y se vio obligada a comprar más volúmenes para saciar a la niña.

Mientras Arianneth crecía se volvía una hermosa muchacha de pelo rubio brillante y profundos ojos claros. Su mirada era astuta, lo que se acentuaba con su actitud siempre observadora, a pesar de ello era espontánea, alegre y muy parlanchina, le gustaba saberlo todo para así poder conversar de cualquier cosa.

Durante los veranos la hermana de Lady Kaila solía ir a la casona a visitar a su hermana en compañía de su hijo menor Aglador, un joven elfo de pelo castaño y ojos claros quien se pasaba las calurosas tardes cabalgando a caballo en compañía de Arianneth, jugando a las escondidas, haciendo guerras de agua o tocando música en el gran salón, él junto al piano y ella con su flauta traversa.

Los primeros años formaron un lazo de amistad que mientras crecían se tornó más fuerte y verdadero hasta que se transformó en el primer amor; cuando ambos rodeaban los quince años se dieron cuenta que se amaban de aquella forma que sólo los corazones puros saben amar, pero ese verano ya estaba pronto a su fin y era hora que Aglador se fuera para volver en dos años, después de cumplir su misión uniéndose al ejército como todo joven noble de su edad. Es así como bajo la sombra de un gran olmo prometieron recordarse y volverse a encontrar para luego estar juntos para toda la vida...


Al verano siguiente Arianneth seguía haciendo sus deberes durante el día, encargada del aseo del primer piso de la gran casona y del cuidado de las plantas de interior, mientras en las noches podía entrar a la biblioteca a leer y tomar nota de todo aquello que encontraba digno de recordar en su pequeño cuadernillo de cuero azul.

Una noche en que leía unos apuntes sobre las propiedades curativas de unas plantas silvestres, una hermosa elfa entró a la biblioteca y se sentó frente a ella con una plácida sonrisa. La mujer era una invitada de Lady Kaila y se hacía llamar Tashia. Tomó entre sus manos las manos de Arianneth y la observó en silencio durante unos segundos, luego apartó una de sus manos y de su bolsillo sacó una gruesa medalla de plata que se amarraba al cuello con dos entrelazadas tiras finas de rústico cuero, en el centro tenía un ojo en relieve y al otro lado había una inscripción que Arianneth no supo leer.

Tashia se la entregó y le comenzó a contar una antigua leyenda acerca de tres magos legendarios pertenecientes a las tres primeras razas y bendecidos por Baccob, dios de la magia. Responsables de una gran misión, debían encontrar en los jóvenes de la nueva generación a aquellos tres que merecierán sentir la luz de Baccob no sólo a través de la fe, sino también por amor al arte de la magia arcana en la práctica. A cada uno de ellos le entregó ese mismo medallón el cual debían reservar hasta el momento apropiado y luego debería entregarlo para que el elegido viera el camino hacía la luz, a su vez el elegido debía reservarlo para sí hasta cumplir su misión, tras lo cual también buscaría a un nuevo joven que llevara sobre sí lo ideal para servir a Baccob de forma íntegra.

Al terminar su relato, Tashia sonrió y le explicó a Arianneth que ella había sido una de las elegidas cuando cursaba el tercer año en la escuela femenina de magia de la gran ciudad y que ahora le había llegado el momento de seguir el legado y, aunque sabía que Arianneth no sabía de magia, veía en su interior que estaba hecha para ser una gran maga y una leal seguidora de Baccob y así como ella había sentido en su interior el llamado de Baccob a entregarle el medallón, ella en su momento también reconocería a la persona digna de ser el siguiente elegido de la nueva generación.

Se levantó y le dijo a Arianneth que en el dorso del medallón había una frase en dracónico, el idioma de la magia, y que la única propiedad mágica del medallón, aparte de la que la fe podía dar, era tener en el un consejo sabio proveniente del mismo Baccob para los momentos verdaderamente complicados, diciendo esto se marchó de la habitación.

Tashia...


Al día siguiente Tashia se había marchado, pero en Arianneth había crecido una gran curiosidad, por lo que comenzó a investigar en profundidad sobre Baccob, la magia arcana, sus límites y cualidades. A su vez deseó aprender dracónico y cualquier otro idioma que le fuera posible dominar. Consultaba los libros hasta tarde e incluso comenzó a realizar extrañas visitas a una vieja que vivía en lo profundo del bosque, muchos decían que estaba loca, pero la verdad era que había enfrentado tantas cosas que sus historias y conocimientos eran demasiado asombrosos par la mayoría de las personas. De esta señora aprendió dracónico, pues los libros de Lady Kaila estaban escritos mayormente en élfico o común, otros pocos en silvano y uno que otro en runas enanas, de la misma aprendió leyes básicas sobre magia arcana y escuchó las leyendas de los antiguos héroes y de los terribles villanos. ..
Leyendas que pronto tomarían un significado relevante en su vida.
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Aquí... queriendo compartir parte de una historia...
Les presento a Arianneth, una elfa de los bosques que terminaría siendo una pieza fundamental para la salvación del mundo.... Puclicaré la siguiente parte en unos días más.
Un beso desde mi claustro.
Ember.

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