Vacío

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Hay un hoyo en mi pecho. Justo al medio, y atraviesa mi cuerpo de lado a lado.

No sé en qué momento me lo hice, o si apareció por generación espontánea, pero ahí se encuentra, generando un vacío y una corriente helada, mostrando parte de mis costillas, dejándo mis órganos al viento, a disposición del que quiera verlos. Grotesco espectáculo, mas no puedo parar de verlo al espejo.

He tratado de taparlo, pero cada vez se hace más grande, y los retazos de tela ya no dan abasto. También he intentado rellenarlo con algodón, pero tampoco sirve, pues absorbe la sangre, se vuelve resbaloso y termina por caer al piso, junto con mi sentido común.

¿Alguna vez parará de crecer? ¿O se hará tan grande que ya no quedará rastro de mí? Quizás llegará el día en que desaparezca como si jamás hubiera existido; víctima de un gran agujero que comenzó con el porte de un dedal. O tal vez, me mantendré con este forado en el pecho, intacto, convirtiéndome en espectador de esas absurdas inclinaciones a favor y en contra...

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