domingo, 1 de junio de 2008

No quiero un Ángel


- Recuerda que tienes una angelita en el cielo que te cuida - me dijeron varias personas, al término del funeral.

El cementerio me parecía vacio, aunque no podía caminar sin tropezar con algún familiar. Ya han pasado tres años, pero sigo sintiéndome en esta fecha igual que ese día. Trataron de decirme palabras de consuelo y me abrazaban casi asfixiándome, aunque sólo podía escuchar voces sin sentido... nada más... en aquel rincón de mi cerebro donde me refugié por mucho tiempo, y de donde salí más poderosa que nunca.

¿Por qué sentirse alegre de tener un ángel, si yo la quería aqui? Queria ver ese delantal, con el que me recibía cuando escapaba de la casa para tomar mi sopa (una maestra a la hora de cocinar calditos varios). Era la mujer a la que le prometí que conocería a mis hijos, que me graduaría, que no me dejaría vencer por nada ni por nadie...

Me enojaba pensar de que algunos tuvieron la suerte de tenerla más tiempo, yo sólo veinticinco años, y no supieron aprovecharla. Enfurecía al ver llorar a quienes la trataron tan mal, de hecho aún ni siquiera puedo hablarles. Me demoré casi un año en aprender a vivir, sabiendo que tenía un abuelángela protectora y no una abuelita cocinera a quien ver todos los días.

Todo me parece distinto, hasta los problemas son minucias comparadas con perder lo que se ama. La sigo queriendo y espero que esté observando mis días con un telescopio acompañada de mi abuelo. Cuando todo va mal, la siento conmigo... escucho las palabras que sin decirlas directamente a mí, fueron el mejor regalo antes de su partida:

- Señora, si viera a esta niña... es tan esforzada...hace de todo... es una busquilla... parece una gatita que con sus propias uñas sale adelante - le dijo sonriente y con un brillo especial en los ojos a su compañera de cama, quien le preguntaba por la gordita que la acompañaba en ese momento... o sea ... yo.

En ese momento enmudeci conmovida. Mi abuela le decía a una extraña que se sentía orgullosa de mí. Aunque dijera que yo era indomable y que rogaría para que encontrara un hombre que me quisiese así, le gustaba que me las ganara por mi misma y que quisiera ser alguien en la vida. Fueron tan pocas palabras, pero para mi fue un mundo que se abrió a mis pies.

En fin... podrán pasar los años y los sentimientos encontrados salen a la luz atropelladamente. Se aprende a vivir con la sensación de haber perdido un trozo de corazón... poner todo el empeño porque funcione a pesar de la falta.

Hoy es primero de junio y vuelvo a ser la mujer en el cementerio, apretando los puños y diciendo: No quiero un ángel... la quiero aqui.

3 comentarios:

El Pantano de Fiona | 1 de junio de 2008, 15:09

ENTIENDO EL SENTIMIENTO,A MI ME PASA LO MISMO CON MI MAMI,NO,NO ME BANCO LO DEL ASUNTO DEL ANGEL......... SORRY PERO ES ASI, LA QUIERO CONMIGO,PARA RETARME, PARA AMARME , PARA HABLAR 5 VECES AL DIA,Y HACER RICOS A LOS DE LA TELEFONIA CELULAR Y FIJA, LA EXTRAÑO , SERIA LA UNICA QUE ME ACOMPAÑARIA PACIENTEMENTE A VER ZAPATOS Y CARTERA Y COMPRARLOS SIN CULPAS, LA QUIERO Y LO PEOR ES QUE NUNCA PUDO CONOCER EN PERSONA AL HOMBRE QUE ME HACE FELIZ Y ELLA DESEO DESDE SIEMPRE PARA MI , NI A MI SUEGRA QUE ES EL MODELO QUE ELLA QUERIA(DEBO DECIR QUE ME AMA COMO OTRA MADRE),ME DUELE CADA VEZ QUE HUELO AMARIGE DE GIVENCHY EN EL AIRE,O ME SORPRENDO PENSANDO QUE ESO LE QUEDARIA TAN BIEN , ...........EL UNICO CONSUELO QUE TENGO ES QUE EL DIA QUE LLEGUE MI PEQUEÑA OGRA SE LLAMARA COMO ELLA.......ANA FRANCISCA .....Y SI NO LE GUSTA,,,,,LE PAGO EL PSICOLOGO.
BESOS Y LAGRIMITAS
FIONA

Anónimo | 1 de junio de 2008, 18:21

Karencita:

La verdad no sé bien qué decir. Mi único abuelo fallecido es mi abuelo materno, a quien quiero mucho, e incluso imagino cómo me retaría si estuviera aquí ahora.

Mi abuela, como te he contado muchas veces, anda de loca por la vida. Como una niña, a veces hace cada cosa... le dicen una cosa, y hace otra. Al nivel de que mientras he estado aquí, ha cambiado su cama de posición como 10 veces... todos los días ordena y arma su desorden nuevamente.

Sé que debes quererla aquí y ahora, pero si Dios se la quizo llevar en ese momento y no en otro, solo debemos aceptarlo, no nos queda otra. Él sabe bien lo que hace. Solo hay que esperar y confiar, que después de toda esta vida, que se ve tan larga y a la vez tan corta, la puedas volver a encontrar, y darle el abrazo que tanto deseas, y que te prepare tus sopitas.

Te quiero mucho karencita, ánimos, y sigo rezando...

Mad Aristocrat | 2 de junio de 2008, 7:33

Mi karencilla de manjar hermosa.
Nadie quiere ángeles cuando puede tener a personas.
Detesto cuando dicen esa clase de cosas, me dan ganas de pegarle una patada en el trasero que se lo deje volteado.
Afortunadamente aún no he sufrido ninguna pérdida que me duela de veritas, y espero no hacerlo jamás (aunque es imposible, no?)
Besos. Te quiero tu ya sabes cuanto.
Mad